Calidad Superior Corum & Pedro Friedeberg, del museo a la muñeca Réplica del movimiento Eta

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Un instrumento de precisión que exhibe el paso del tiempo de una forma sin igual surge una vez más con un nuevo duo de relojes. Se trata del emblemático reloj Bubble de Corum, cuyos modelos destacan por su cristal de zafiro abombado anti-reflejante y sus imponentes dimensiones. Ahora el mundo del realismo fantástico de Pedro Friedeberg es utilizado como principal eje de inspiración para crear líneas que dejan poco espacio en blanco, en donde símbolos y contrastes de colores se materializan en dos piezas de edición limitada.

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Al igual que Friedeberg, los relojes son excéntricos e interesantes. La carátula de 47 mm de diámetro y 18.8 mm de grosor rompe paradigmas y le otorga gran carácter a la pieza. La versión Bubble Arcimboldo incorpora una carátula con diseño ajedrezado y destellos rojos, mientras que Bubble Piranesi muestra un quinteto de dials con diseños cuadriculados en blanco y negro. Ambas con la firma del Maestro y una correa de piel con recubrimiento de caucho.

Desde el año 2000, esta creación ha roto paradigmas y ha reinventado todo lo que antes era conocido en el mundo de los relojes. Bubble fue una idea original de Severin Wundermann, cineasta, empresario y ex Presidente de Corum. A partir de su fabricación, el reloj ha tomado un papel muy especial dentro de la familia Heritage de la firma, y ahora es Pedro Friedeberg quien le añade características inéditas a las dos ediciones nuevas.

“El arte ha muerto. Después del surrealismo no ha habido nada nuevo”—Pedro Fiedeberg.

Durante este periodo, Corum continuó sorprendiendo al público con cada nueva colección, lanzando modelos de una gran audacia estética y una excelente ejecución. En 1997, la firma presentó el Tabogan, un reloj dotado de un complejo mecanismo –pantentado por la firma- que permitía situar la caja verticalmente, de modo que podía convertirse en un reloj de sobremesa. El año 2000 llegó el turno del monumental Bubble, cuya bóveda de 11 mm de cristal de zafiro generaba un efecto lupa que permitía obtener una singular imagen de la esfera.Este esfuerzo para ofrecer siempre diseños innovadores fue recompensado, también en el año 2000, con el premio Gaïa del Museo Internacional de Relojería, que René Bannwart recibió por su contribución a la historia de la relojería y la cultura. En el ámbito empresarial, cabe destacar la llegada, ese mismo año, de Severin Wunderman, reconocido filántropo e importante hombre de negocios con años de experiencia en el mundo de la relojería.Durante los ocho años que estuvo al frente de Corum, Wunderman contribuyó a dinamizar la marca, siempre fiel al espíritu pionero e independiente que la ha caracterizado desde su fundación. Bajo su dirección, la firma lanzó modelos como el Trapèze (2001), con su espectacular caja trapezoidal; o el Classical Vanitas, el primer modelo en el mundo que utilizaba la marquetería como técnica de decoración de una esfera.
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Mira en la siguiente galería como se vivió la presentación de estas obras de arte en el Museo Franz Mayer de la Ciudad de México: